Nunca dijimos adiós, nunca supimos que algo había empezado.

No, ya no creo en eso. No creo que en la felicidad, me la arrebataron algún día, no ha vuelto más. No creo en las sonrisas, no, son demasiado tristes, vienen, van, nunca se quedan. No creo en la sinceridad, no, es mentira. No hay principes azules, ni rosas, ni verdes ni siquiera sapos a los que transformar. No hay un "por mi y por todos mis compañeros", siempre te cogen antes de que llegues a la pared y si llegas es demasiado tarde, han dejado de jugar. Ya no hay muñecas, solo el sentimiento de sentirte como tal. No hay mundos mágicos, no, el país de Nunca Jamás se ha quedado en Nunca. No hay cartitas solo mensajes encriptados. No hay promesas, un "amigos para siempre" puede convertirse en " no te conozco". No hay primeras intenciones, casi siempre son cuartas. No, ya no creo en las durmientes, ni en las bellas, ni en los dragones, ni en las alfombras mágicas. No, no se puede volar. No, no se puede cumplir. No, no estará contigo. No, no te podrás salvar, ni esconder, ni sacar tijera para cortar el papel....No, nunca será la primera vez para nada, nadie despertará mariposas, ni te dejarán el lujo de llorar sin razón. No, ya no somos niños.